Feliz Día de la Reforma Protestante. Menos para…

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Por Thiago Oliveira. [Bio]

Traducido con permiso por Alexander León. Artículo original ->>> AQUÍ

El día 31 de Octubre ya pasó y usted debe haber visto por ahí la frase del título de este artículo con alguna cosa en lugar de los puntos suspensivos. Puede haber visto la palabra arminiano, puede haber visto la palabra pentecostal o incluso hasta bautista. ¿Es una broma? Sí, es una broma. Pero una broma que muchos toman en serio. Hay mucha gente queriendo definir quién puede conmemorar el legado de la Reforma. Y también definir quién puede y quién no puede garantizar su sello de calidad “reformado”. Solamente que esa no es una cuestión tan simple de resolver.

Es verdad que la Reforma Protestante, iniciada por el “jabalí salvaje”, Martín Lutero [así fue llamado por el papa], desencadenó una tradición que posteriormente se subdividió en algunas vertientes. También es verdad que con el pasar de los años el término reformado fue atribuido a las iglesias de confesión calvinista, fueran continentales o insulares – porque la iglesia alemana adoptó para sí el apodo de Luterana (lo que el propio Lutero NO deseaba). Eso significa que, por regla, cuando hablamos de reformados, estamos refiriéndonos a las tres formas de unidad de las iglesias (La Confesión Belga, el Catecismo de Heidelberg y los Cánones de Dort) o a los estándares de Westminster que son la Confesión de fe, el Catecismo Mayor y menor y el Directorio de Culto.

Solo que la regla general no se debe restringir a tal punto de dejar por fuera a los otros herederos de la Reforma. ¿Qué decir de los Anglicanos que se suscriben a los 39 artículos de la religión? (De 1571). En esos artículos se encuentra la idea central de la Reforma, que es la justificación por la fe. Hay también una afirmación sobre la doctrina de la elección y la negación del purgatorio, la negación de la autoridad papal y de la transubstanciación y de la mediación de los santos, todas las cuales son doctrinas romanas. ¿No es eso fruto de lo que comenzó allá en el 31 de octubre de  1517? ¿Y los Congregacionalistas con su Confesión de Savoy de 1658? ¿Y qué decir de los Bautistas Particulares y su Confesión de fe de 1689? Una confesión que años más tarde fue re-publicada y recomendada por el así llamado príncipe de los predicadores, Charles H. Spurgeon.

Existe un resurgimiento de la fe reformada o del calvinismo en nuestros días, fruto de una gran corriente de contenido que está disponible en Internet. Mucha gente ha abrazado las cinco solas de la Reforma. Muchos se deslumbran y adoptan los cinco puntos del calvinismo. Y hay quiénes adoptan una de las confesiones arriba citadas. Buena parte de esas personas vienen de iglesias que hoy en día están bastante lejos de los puntos distintivos de la Reforma. También existen casos de personas que estaban dentro de iglesias históricas pero desconocían el legado reformado de las mismas. Y unos cuantos de entre estas personas han abierto sus ojos a tal punto de hablar con propiedad del lema de la iglesia ginebrina pastoreada por Calvino: “Post Tenebras Lux”.

Solamente que los patrulleros de la fe reformada que gustan de excluir en vez de incluir hacen mucho mal al movimiento de re-descubrimiento de la teología de los reformadores. Para los patrulleros, o usted se compromete por entero con una confesión X o está fuera. O usted está consciente de los pormenores de la teología de la Reforma o usted no es digno de conmemorar el “truco y trato” que Lutero y su Compañía prepararon. Pero veamos el ejemplo del propio reformador alemán.

Lutero era un monje agustiniano y profesor de teología de la Universad de Wittenberg cuando escribió las 95 Tesis contra las Indulgencias. Él estaba haciendo su trabajo para proponer un debate sobre el asunto. Debatir era una de las actividades del teólogo. El prefacio de las tesis clavadas en la puerta del castillo aclaran eso:

“Por amor a la verdad y con la intención de aclararla, se discutirá lo siguiente en Wittemberg, bajo la presidencia del padre Martín Lutero, maestro de Artes y de Santa Teología y profesor catedrático de esta última, en aquella localidad. Por esta razón, él solicita que los que no pueden estar presentes y debatir con nosotros oralmente lo hagan por escrito, aunque ausentes. En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Amén. [1]

Pero observen que el Lutero que escribe contra las indulgencias no lo hace por tener una robusta noción de lo que es la justificación solamente por la fe. Por lo menos no aquí. Lutero se coloca contra la venta de indulgencias, sobre todo la forma agresiva de vender de Tetzel, por encontrar que estaban quemando las etapas de la “penitencia”. Haciendo que los católicos no se arrepintieran de sus pecados como deberían arrepentirse, sino buscando librarse de las penas y dejando de practicar las buenas obras. Esto queda clarísimo en las tesis 40 y 45.

40. La verdadera contrición busca y ama las penas, pero la profusión de las indulgencias relaja y hace que las penas sean odiadas; por lo menos, da ocasión para ello.

41. Las indulgencias apostólicas deben predicarse con cautela para que el pueblo no crea equivocadamente que deban ser preferidas a las demás buenas obras de caridad.

42. Debe enseñarse a los cristianos que no es la intención del Papa, en manera alguna, que la compra de indulgencias se compare con las obras de misericordia.

43. Hay que instruir a los cristianos que aquel que socorre al pobre o ayuda al indigente, realiza una obra mayor que si comprase indulgencias.

44. Porque la caridad crece por la obra de caridad y el hombre llega a ser mejor; en cambio, no lo es por las indulgencias, sino a lo mas, liberado de la pena.

45. Debe enseñarse a los cristianos que el que ve a un indigente y, sin prestarle atención, da su dinero para comprar indulgencias, lo que obtiene en verdad no son las indulgencias papales, sino la indignación de Dios.

Es solo un año más tarde, en 1518, que Lutero tendría un entendimiento de la justificación solamente por la fe que lo vuele más distante de la noción de justificación por las obras. Y eso, después de zambullirse en la Carta del apóstol Pablo a los Romanos. Su madurez con relación a este asunto apenas se ve en la discusión que tuvo con el humanista Erasmo de Roterdam, lo cual se registra en la obra De Servo Arbítrio, publicada en diciembre de 1525. Aquí vemos un Lutero monergista que da forma a los distintivos de la teología reformada.

¿Qué estoy queriendo decir con este ejemplo? Quiero decir que reformarse es un proceso. Lutero no ser reformó de la noche a la mañana. Él no se fue a dormir siendo católico romano y se levantó siendo protestante. Y, como llegó a decir en cierta ocasión:

“Yo no hice nada, la Palabra de Dios lo hizo todo”.

Dios en su providencia usó un monje católico que todavía simpatizaba con el Papa León X, con un escrito que tenía motivaciones doctrinales romanistas para desencadenar la Reforma. ¡WOW!

Por tanto, debemos ver a aquellos que están en una transición entre las “teologías de la gloria” de nuestros días hacia la “teología de la cruz” que permea todo el espectro doctrinal protestante predicado por Lutero, Zuinglio, Calvino, Bucero, Ursino, Beza, Knox y tantos otros, que tenían más amor que orgullo. Decir que determinado grupo o persona no puede conmemorar el Día de la Reforma Protestante por no haber abrazado todo lo que debería abrazar, es servir de piedra de tropiezo. En vez de eso, recordemos que lo que sabemos solamente lo sabemos porque Dios en Su gracia nos abrió los ojos de la fe. Recordemos que no en el pasado no éramos lo que somos y no conocíamos lo que conocemos.

Si usted esta leyendo este texto, y le gusta señalar a los que no son reformados para burlarse de ellos: ¡Cálmese, Reformador! Hay un medio mejor para propagar las preciosas doctrinas de la gracia. ¡Cuidado! Que la Sola Gratia es una iniciativa de lo alto y enseñe con mucha humildad. Enseñe en su iglesia local como un “siervo inútil”. Use la Escritura. Use los Credos y Confesiones. Úselos con todo el amor del mundo y vea que Dios puede convertir un patito feo que no es reformado en un bello cisne.

[1] Las citas de las 95 tesis  de Lutero son del sitio Luteranos: https://www.luteranos.com.br/lutero/95_teses.html

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