NO hay tal cosa como un "Cristianismo Africano"

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Este artículo fue escrito por el Pastor africano Conrad Mbewe que es pastor en la Iglesia Bautista de Kabwata en Zambia.

Como siempre es muy útil leer pensando en la situación latinoamericana: No hay un cristianismo latinoamericano.

Artículo original >>>>>>>>>>>AQUI<<<<<<<<<<<<<<<<

Cada generación enfrenta sus vientos filosóficos que soplan sobre una nación o sobre un Continente entero. Estos vientos con frecuencia comienzan en un epicentro de sufrimiento y traen una forma diferente de ver la vida. África ha tenido su buena dosis de esos vientos, y como resultado de los esfuerzos misioneros, aquí hemos tenido que lidiar con ellos. Una pregunta que combina los vientos filosóficos que soplan en África con el mundo de las misiones es: ¿Somos Cristianos Africanos o Africanos Cristianos?
¿Qué quiero decir con esto? Cuando la primera generación de líderes nativos toman el poder en las denominaciones traídas por los misioneros occidentales, hay una tendencia a sobre-reaccionar. Los líderes enfatizan su etnia tanto que al escucharlos parece que la nueva agenda en la iglesia debería ser despojarse de todo lo que huela a Occidente. Ahora debemos ser verdaderos africanos.
Aun peor sucede cuando la transferencia de la administración de la iglesia sucede en tiempos en que el país está enfrentando cambios políticos saliendo del colonialismo occidental. La única melodía que se escucha es la del banjo de una sola cuerda que insiste en que los africanos tienen su propia forma de adoración y que debemos retornar a ella. Que lo que hemos heredado es un cristianismo occidental y que tenemos que deshacernos de él. Ahí se hace popular el grito: “Somos cristianos africanos”.
Una Fe, una Iglesia
Tristemente, los misiólogos alrededor del mundo se rinden a veces ante esta forma de pensar. Le dan gran importancia a la etnicidad de las personas a las cuales son enviados (sea por corto o largo período). No me sorprendería si se abriera un nuevo curso en los Seminarios Bíblicos Occidentales que se llame “Cristianismo Africano – Lo que usted debe saber”. Estrictamente hablando, no hay tal cosa como Cristianismo Africano, o Cristianismo Asiático o Cristianismo Occidental. La fe cristiana es una sola y se nos expone en las Escrituras.
Una de las más grandes luchas que enfrentaron los apóstoles fue asegurarse de que los Judíos y los Gentiles pudieran adorar en la misma iglesia a pesar de ser diferentes en varias maneras. Ellos no estuvieron dispuestos a ceder ante la presión de dos culturas diferente que se establecieron en concreto. Solo hay un Evangelio,

“un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos y por todos y en todos” (Efesios 4.5-6).

De manera que, tiene que haber una sola iglesia – La Iglesia Cristiana.

pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.” (Gálatas 3.26-28).

¿Podríamos también añadir que, en Cristo, no hay Africanos ni Asiáticos ni Caucásicos? Todo lo que traiga divisiones en el cuerpo de Cristo debe ser combatido con base en la Escritura. Somos una Iglesia.
¿Existen diferencias?
No me entiendan mal. No estoy sugiriendo que no hay diferencias entre la cultura occidental y la africana. Las hay. Sin embargo, hacer que esas diferencias se conviertan en gritos de guerra en la Iglesia de Cristo es erróneo. Recordemos, había serias diferencias entre las culturas Judía y Gentil, pero no encontramos que tal cosa se estimule en la Iglesia del Nuevo Testamento.
Por el contrario, vemos a los apóstoles enseñando a la iglesia primitiva a amar y trabajar conscientemente hacia una iglesia completamente inclusiva. Una de las mayores diferencias entre Judíos y Gentiles era su dieta. Los Gentiles comían muchas clases de alimentos mientras que los Judíos tenían una restricción de consciencia proveniente del Antiguo Testamento. Los apóstoles persuadieron a los Gentiles a restringirse amorosamente en sus hábitos de comida pública por el bien de la unidad de la iglesia.

“Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano. Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es inmundo en sí mismo; mas para el que piensa que algo es inmundo, para él lo es. Pero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme al amor. No hagas que por la comida tuya se pierda aquel por quien Cristo murió.- Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación.” (Romanos 14.13; 15.2)

Tres aplicaciones
¿Cómo podemos aplicar esto a la fe cristiana hoy, especialmente con respecto a los Cristianos Africanos o Africanos Cristianos en África?

  1. Debemos rehusar unirnos a aquellos que tienen una agenda para hacer del “Cristianismo Africano” un asunto de controversia en la iglesia. Por el contrario, debemos insistir en luchar por la pureza del Evangelio en cualquier cultura. Ese debe ser nuestro grito de batalla. No debemos temer cuestionarnos sobre la así llamada adoración que está degenerando en nada más que aplausos sin sentido y danzas y repeticiones de frases, solamente porque se le etiqueta como “adoración africana”. Enseñemos la adoración como Dios la ha enseñado en las Escrituras.
  2. Debemos especializarnos en la predicación expositiva en las iglesias. De ese modo, encontraremos muy poco que favorezca la preferencia de una etnia sobre otra. La costumbre de predicación temática ha sido una causa de problemas y es la dieta perenne que se ha servido en muchos de nuestros púlpitos africanos con un resultado que no es nada estimulante.
  3. Debemos animar a los predicadores visitantes de otras culturas a que expongan las Escrituras tal como lo hacen en sus iglesias. Tal vez el área principal para tener cuidado es la de las ilustraciones que usan. El Baseball y el Footbal americano son tan desconocidos en África como los camellos, los leones, los cheetas y los elefantes en América.

Pero la diferencia entre pastores americanos y africanos es muy superficial, lo cual ha sido probado por la popularidad de los sermones de Paul Washer, John Piper y John MacArthur entre tantos jóvenes a través del continente africano. Son miles de miles los que bajan estos sermones del Internet – y por lo que parece, entienden a estos predicadores bastante bien.
Conclusión
Dejemos las guerras culturales y étnicas al mundo. No tenemos terreno común con ellos. Sin embargo, hagamos que vean algo completamente diferente al venir a la Iglesia Cristiana. Que ellos encuentren un Evangelio que ha roto nuestras barreras, un evangelio que hace que los creyentes trabajen con amor por la mutua edificación en vez de crear otra zona de guerra en la búsqueda de reconocimiento étnico, que haya sido o no suprimido previamente.
Hermanos y hermanas, somos Cristianos que de paso, somos Africanos, no somos Africanos que de paso, somos Cristianos. ¡Entendamos el énfasis bíblico de la manera correcta!

2 Comentarios

  1. Muy interesante el artículo traducido por usted. Quienes nos hemos dedicado a estudiar y escribir sobre teología, no podemos negar como, desde hace por lo menos cuatro décadas se insiste en la existencia de un cristianismo latinoamericano particular, con su propia idiosincrasia, con su propia espiritualidad y su propia liturgia. Me gustaría mucho poder compartir este texto, citando, claro está, su traducción.
    Dios lo guarde

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