ES PEOR (Y MEJOR) DE LO QUE USTED PIENSA…

0
971

screamHe solicitado permiso al pastor Jim Savastio para traducir un breve artículo que publicó en e el blog Reformed Baptist Fellowship, porque considero que para nosotros en los países hispanos será igual de provechosa la exhortación que para nuestros hermanos en Estados Unidos.
Pido al Señor que nos de cordura en la toma de decisiones y que por sobre todas las cosas nuestro anhelo sea ser fieles a Cristo en todo lo que hacemos y cómo lo hacemos.
—————————————–
Hemos oído mucho en los años recientes con respecto a los obstáculos que enfrentamos para alcanzar a nuestra generación: «Deseamos alcanzar a una generación que fue criada en un ambiente post-moderno, donde los antiguos valores e ideas ya no tienen significado. No podemos presentar las cosas como lo solíamos hacer o asumir cierta base común como antes. Esta nueva generación desconfía de la religión, no aprecia la autoridad, tiene prejuicios evolucionistas y es bíblicamente ignorante.»
Diferentes remedios se han sugerido para alcanzar a esta generación. Se nos,  dice que tenemos que ser post-modernos en nuestra forma de abordar esta generación. Otros dicen que tenemos que abrazar la cultura para ser más relevantes y poder influenciarla. Tenemos entonces que ver películas y programas de televisión; buscar una base común por medio de la música, etc. Otros han dicho que tenemos que transformar la forma en que «se hace iglesia».
Aunque estoy exagerando en esto que diré, podría pensarse que el obstáculo más grande que enfrenta el Evangelio es una corbata, un piano y un himnario.
Pero sabemos que el problema es mucho peor que eso. El problema no se puede resolver tomando más cerveza, viendo más películas de clasificación R, pasando más horas frente a esos programas de televisión perversos, abriendo nuestros cuellos y soltando los botones de nuestras camisas, poniendo “piercings” en nuestras orejas, tatuándonos, tocando guitarra eléctrica o poniendo una batería en la iglesia. Los obstáculos no pueden superarse convirtiendo la adoración a Dios en un club nocturno y usando lenguaje vulgar para contar historias bíblicas.
Como ven, el problema es mucho peor que el post-modernismo. El problema no se trata de la educación liberal o el estilo de entretenimiento de  nustro prójimo. El problema está en su alma. Nuestro prójimo está muerto en delitos y pecados. Es enemigo de Dios. No puede sujetarse a la ley de Dios y de hecho ¡tampoco puede! No importa cuánto me afane por presentar el evangelio (con claridad, persuasión, pasión y amorosamente); para él será o bien una locura o una piedra de tropiezo. Si está muerto, una nueva música, una presentación de power-point y mostrarle video-clips de los últimos éxitos de Hollywood no va a funcionar.
Necesitamos recordar que el Evangelio ha llegado a otras culturas en las cuales los obstáculos externos fueron de verdad muy grandes si no mayores. ¿Qué pasaría si nuestro prójimo fuera no solo un educado universitario, seguidor de Oprah, adicto a la pornografía, hedonista post-moderno… si no, un ciudadano de una ciudad construida alrededor de la adoración de una diosa, o el centro de la inmoralidad. Digamos que es un homosexual que participa de los sacrificios a los ídolos y de las fiestas que hacen los prostitutos en el Templo? ¿Qué si no sabe nada de la Biblia y jamás ha escuchado el nombre de Jesús? ¿De qué forma se podría alcanzar a alguien así?
O digamos que nuestros vecinos son el producto de años de apostasía de la verdadera religión y dados a un frío legalismo y auto-justificación? Todo esto suena muy desesperanzado, ¿no es así? ¡Parece que tendríamos grandes obstáculos que vencer!
Pero fue justamente en tales circunstancias que el Evangelio vino con poder. Congregaciones se levantaron  y progresaron en Éfeso, Corinto y Jerusalén.
Las viejas ideas de predicar el Evangelio, con el sólido fundamento de una vida santa (que se procura en el temor de Dios), iglesias con amor de Cristo, y misericordiosa benevolencia hacia el perdido, pueden parecer inefectivos y anticuados métodos a la luz de muchas nuevas ideas que se promueven hoy. Sin embargo, Dios ha usado la fiel predicación del Evangelio en el pasado, en el poder de la Palabra y del Espíritu para alcanzar a los perdidos, y estoy seguro que Él bendecirá esos mismos esfuerzos en el futuro.
Jim Savastio, Pastor
Reformed Baptist Church of Louisville
 

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here