Más consejos para mejorar el Culto…

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¿SABIAN QUE EN EL TABERNACULO METROPOLITANO DE LONDRES, DONDE PREDICABA NUESTRO ADMIRADO SPURGEON, CANTABAN SIN ACOMPAÑAMIENTO DE INSTRUMENTOS MUSICALES? ASÍ ES, NI SIQUIERA UN ÓRGANO TENÍAN…
… Continuamos con la serie «Consejos para mejorar el Culto»
1. Planee la adoración solamente para aquellos que pueden adorar.
Muchas iglesias planean sus servicios de adoración como si los incrédulos pudieran adorar. Pero el Apóstol Pablo deja en claro en I Corintios 12:3 que «nadie puede llamar a Jesús Señor, si no es por el Espíritu Santo». Cualquiera puede decir las palabras, por supuesto, pero a menos que el Espíritu Santo habite en una persona, no puede decir tal cosa como una expresion de sincera adoración. En otras palabras, aquellos que no conocen a Jesús como Señor (y por lo tanto no tienen el Espíritu Santo) no pueden adorar a Dios, así que ¿por qué hemos de diseñar la adoración a Dios para aquellos que son incapaces de adorar? Planeamos servicios evangelísticos y otros eventos para incrédulos; pero los servicios de adoración son para creyentes.
En esta misma carta a la iglesia en Corinto, el apóstol critica algunas prácticas en su adoración y les pregunta, «Si pues… entran indoctos o incrédulos, no dirán que estáis locos? (I Corintios 14:23). Sea lo que fuere que se diga de este pasaje, si Pablo considera la entrada de incrédulos a la adoración solamente como una posibilidad, él claramente esperaba que la adoración fuera una reunión de creyentes. Y luego, cuando Pablo instruyó a esos creyentes de Corinto con respecto a los elementos de la adoración, él concluyó, «Hágase todo para edificación» (I Corintios 14:26). De manera que la adoración a Dios es un evento que debe ser planeado principalmente para la iglesia de Dios. Aunque es bueno ser considerados con la presencia de incrédulos cuando adoramos, no deberíamos diseñar el culto para ellos.
2. Mantenga la tecnología bajo estricta supervisión.
Me refiero aquí al uso de tecnología audio-visual en la adoración. Tenga cuidado de su poder de distracción. Aunque la tecnología puede ser usada de modo efectivo, las ilimitadas posibilidades de experimentación que tiene pueden hacernos perder tiempo que debería ser mejor utilizado preparando el contenido de lo que presentaremos con esa tecnología. Es más divertido preparar una presentación de PowerPoint que un sermón. Pero el resultado puede ser una pobre presentación de boberías.
Asegúrese que la tecnología le ayuda a llamar la atención hacia el mensaje, no hacia sí misma. No es nuestra intención que la gente que sabe de computadoras se admire o se pregunte cómo se realizó tan buena presentación en PowerPoint, sin absorber el mensaje que llevaba. Tampoco las herramientas deben distraer al público del mensajero. El Espíritu de Dios debe derramarse sobre el pueblo de Dios, y no la tecnología. Así que asegúrese de que el hardware y el software mejoran la relación humana entre el mensajero y los oídos de los que escuchan y no se que des-personalice el mensaje. También cuídese de que una actitud de profesionalismo prevalezca que solo alimente la mentalidad de los que la usan.
Es fácil volverse demasiado dependiente de la tecnología audio-visual. Conforme aumenta la influencia de la tecnología en nuestra cultura, del mismo modo en la iglesia crecen las demandas de recursos: tiempo, finanzas, personas. Es cierto que la tecnología utilizada pobremente puede ser un factor de distracción tanto como el uso desmedido de ella. Aunque se cuente con un sistema último modelo de video y audio, es imposible adorar si hay un silvido constante de «feed-back» o si no hay errores en las filminas que se deben proyectar. Los técnicos necesitan se tan diestros como los músicos y otros líderes de adoración. Pero tanto unos como otros pueden llegar a llamar la atención más de la cuenta en la adoración. No permite que llegue el punto en que un problema de software, un fallo en el disco duro, o la ausencia de algún técnico interfiera en la adoración de la iglesia.
P.S. Si su servicio de adoración se realiza en televisión o se graba, mantenga las cámaras en la parte de atrás de la congregación (estables de ser posible), incluso si esto le parezca que reduce la calidad de la «producción». Su responsabilidad es la adoración de los presentes y nunca sucumbir a la seducción de la «excelencia» para llevar una experiencia a los que verán el programa en algún lado. Nada roba más la atención que debemos tener en Dios que un camarógrafo que va de acá para allá en medio del culto. Y nada ayuda tanto a dar una impresión de espectáculo a los que están mirando, que la presencia de cámaras entre la congregación y los líderes de adoración.
3. Pase los anuncios, bienvenidas, y tiempo de saludos al principio o al final del servicio.
Las dos primeras formas de mejorar el servicio de adoración que sugerí en el artículo inicial «Enfocarse en Dios en cada elemento del Culto» y «Teniendo soporte Bíblico para cada elemento del Servicio». ¿Cómo pueden los anuncios pasar esta prueba? Las Confesiones históricas de Fe como la de Westminster (1647) la Segunda Confesión Bautista de Londres (1689) han reconocido que «hay acciones comunes a las sociedades» las cuales son permisibles en la adoración bajo la guía de «reglas generales» de las Escrituras. Todas las «sociedades humanas», incluyendo la iglesia, debe tener anuncios. No siempre es posible imprimir todos los anuncios, y aunque lo fuera, algunos anuncios son tan importantes que requieren de énfasis verbal. Y usualmente el mejor momento para anunciar cuestiones importantes es cuando el mayor número de la sociedad está presente. En la iglesia, ese momento es el Culto. También es común a las «sociedades humanas» – incluyendo las iglesias – dar la bienvenida a los invitados de la sociedad. Además, muchas iglesias tienen la costumbre de saludarse unos a otros en cierta parte del servicio, y algunos encuentran apoyo bíblico para esto en textos como Romanos 16:16, «Saludaos unos a otros con ósculo santo».
Sea como sea, sería difícil defender que estas actividades son elementos del servicio centrados en Dios como lo son la lectura de las Escrituras, las oraciones y los cantos de alabanzas al Señor. De manera que, con el fin de facilitar en lo posible que el tiempo dedicado y enfocado en el Señor no se interrumpa, es mejor pasar los anuncios, saludos de bienvenida y saludos fraternales al principio o al final del servicio. Algunos contrarios por completo a los anuncios, etc, dirán que antes del servicio los distraen de la preparación del servicio. Otros protestarán que si los pasamos para el final se disminuirá el impacto del sermón. Pero creo que como algunos anuncios son de necesidad inevitable, de manera que interrumpir el flujo del servicio será peor que ponerlos al principio o al final.
4. Prepare a la congregación para la adoración.
Justo antes de comenzar el servicio de adoración, ¿se escucha su congregación como una muchedumbre en el estadio? Esto solía preocuparme mucho, especialmente después de haber visitado una iglesia en Korea donde los hermanos entran en silencio y se ponen a orar individualmente hasta que comience el culto. A pesar de que deseo eso mismo para nuestra iglesia, me he dado cuenta que ese ruido antes del servicio es el sonido de una reunión familiar. También eso me gusta. Es una buena señal cuando los miembros de la iglesia se notan contentos de encontrarse de nuevo. Y es espiritualmente sano para ellos que hablen, especialmente en una iglesia donde las personas vivan dispersas y se ven solo los domingos y rara vez entre semana.
Nuestra solución fue disfrutar la reunión familiar antes del servicio, pero eventualmente realizar una transición hacia un momento más silencioso con el fin de ir preparándonos para el culto. En resumen yo dije algo como esto: «Bienvenidos sean a adorar al Señor resucitado, Cristo Jesús. Este es el día del Señor. Y es nuestro gran privilegio y responsabilidad en este día, adorarle porque somos su pueblo. Tengamos unos breves momentos de silencio, preparando nuestros corazones para adorar a Dios».
Sin la guía apropiada, la mayoría de los feligreses no se preparan para la adoración. Se les debe recordar de qué se trata nuestra reunión, y darles un poco de tiempo para que se preparen para esto.
5. Construya un llamado a la adoración.
La adoración comienza demasiado abruptamente en algunas iglesias, incluso en aquellas que mantienen un tiempo previo de silencio. «Bienvenidos a nuestra iglesia. Estamos complacidos de tenerlos aquí en esta mañana, especialmente si nos está visitando. Por favor tome un himnario y…»
Ese es un claro comienzo para el servicio de adoración y ayuda a las personas en la transición que nos prepara para el culto. Debe ir más allá de una rápida bienvenida y el anuncio de la primera canción. Más bien, es una notificación a la congregación de que la adoración ha comenzado y que debe enfocarse su atención en la persona de Dios, no simplemente en la siguiente cosa que se supone que debemos hacer («abran sus himnarios en el número…»)
Abundan ejemplos de llamados a la adoración en los Salmos, como en Salmos 95:6-7
Venid adoremos y postrémonos
Arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor
Porque Él es nuestro Dios
Nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano.
Textos como este son en sí mismos suficientes para llamar a la adoración. Pero también pueden servirnos como patrones de llamadas a la adoración que podemos componer. Notemos en este texto tanto la llamada a adorar al Señor como la razón por la cual debemos adorarle. Estos son los simples pero esenciales elementos en el llamado a la adoración.
Este pasaje también muestra cómo la introducción a la adoración puede ser muy breve. Mientras este es muy breve, algunos buenos llamados a la adoración podrían extenderse a dos o tres párrafos que comiencen con los eventos del mundo y la época y traducirlos en un llamado a las razones por las cuales debe adorarse a Dios.
6. Introduzca música nueva de forma sabia.
Como las congregaciones ocasionalmente descubren nuevos himnos que les eran desconocidos o como siempre se compone nueva música, el repertorio de una iglesia está en continua expansión. Entonces, aunque un iglesia sana está siempre aprendiendo nueva música, esta nueva música debe introducirse sabiamente. Demasiada música nueva introducida demasiado rápido se torna pesada y es un factor de distracción. Podría decirse que una canción nueva por mes es más de lo que muchas iglesias pueden soportar de forma gozosa.
Pero determinar cuándo se introduce música nueva es tan importante como con cuánta frecuencia. La mañana del domingo rara vez es un buen momento para hacerlo. Las personas encuentran más difícil enfocarse en Dios cuando están cantando una canción desconocida que con una bien conocida. El servicio del Domingo en la mañana debe fluir fácilmente, sin dudas y sin incertidumbre. De manera que si es imprescindible introducir música nueva el domingo en la mañana, es mejor que un cantante o grupo coral cante parte o toda la canción primero para que la congregación la escuche y pueda intentar cantar también. Pero sería mejor, enseñar la canción en otro servicio antes, ya sea el domingo en la noche o el miércoles, o cuando se reúnan grupos pequeños. Conozco cierta congregación grande que hace una reunión una vez cada tres meses, (no un culto), y es cuando aprenden las nuevas canciones. De esta manera no tienen prisa para analizar la teología que contiene cada canción, cómo cantarla, y les sirve de actividad de compañerismo también. Es una forma agradable de aprender nueva música, y cuando se comienzan a cantar esas canciones en el servicio del Domingo en la mañana, ya la mayoría de la gente puede adorar sin dificultad.
7. No esconda las ordenanzas.
Hay cierta tendencia en un gran número de ministros que les hace pensar que la naturaleza del bautismo y de la Cena del Señor incomoda un poco a los inconversos, porque les hace sentir excluidos y esto podría ahuyentarles de responder al Evangelio. Como resultado, tenemos muchas iglesias que intencionalmente celebran las ordenanzas muy esporádicamente (o en reuniones aparte) cuando lleguen pocos inconversos. Pero los incrédulos deben sentirse excluidos de la familia de Dios, porque en verdad lo están. Tanto Jesús como el Apóstol Pablo se refirieron a ellos como «los de afuera» (Marcos 4:14, I Corintios 5:12-13, Colosenses4:5 y I Tesalonicenses 4:12). De hecho, cualquier sentimiento de separación que experimenten con respecto a la vida y la familia de Cristo son muchas veces los medios que el Señor usa para crear en ellos el anhelo por lo que se están perdiendo.
Además, ambas ordenanzas están diseñadas en parte a presentar el Evangelio. Con respecto a la Cena del Señor, por ejemplo, I Corintios 11:26 dice: «Así pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que Él venga.» Y la proclamación de la muerte de Cristo es exactamente lo que necesitan los incrédulos. Muchos de ellos no están nunca tan atentos que cuando están mirando a los nuevos creyentes testificar en el día de su bautismo del poder salvador de Jesucristo. No nos atrevamos a quitar las ordenanzas del pueblo de Dios del Día del Señor, y no ocultemos la presentación del Evangelio que ellas encierran para los inconversos.
8. Utilice material confesional.
Fui invitado a predicar en una iglesia bastante grande ubicada en un condado cerca de una gran área metropolitana. El co-pastor era mi anfitrión, y le pregunté cuál declaración de fe abrazaba esta iglesia. No tenía ni idea. Había estado trabajando en esa iglesia por siete años y no sabía cuáles eran las creencias fundamentales a las que se aferraban. Peor aún, no sabía cómo averiguarlo. Después de buscar entre mucha literatura que se le daba a los visitantes y otras publicaciones de la iglesia, finalmente descubrió un documento en el fondo de un gabinete donde estaba definida la posición doctrinal de la iglesia. Si un miembro directivo de una iglesia ignora la declaración de fe de la iglesia, ¿qué tan importante cree usted que es la doctrina y la integridad confesional en esa iglesia?
Una forma de evitar que la iglesia olvide la declaración de fe a la que su iglesia se adhiere es leer partes de ella en la iglesia con frecuencia. Tome un párrafo por semana y léalo a la iglesia en voz alta, ojalá todos lo tengan para leerlo juntos. Si es posible se ha de tomar un momento para explicar brevemente el punto que se ha leído. Podría hacerse esto de forma cíclica y continua, o cada vez que se termina se puede hacer pregunta como de catecismo (una pregunta o dos por semana), el pacto de la iglesia, las antiguas confesiones históricas o el Credo Apostólico para ir mezclando con la declaración doctrinal. Al hacer esto, no solamente estará manteniendo visibles estos documentos importantes, sino que estará cumpliendo el mandato de Jesús de enseñar a Su pueblo TODO lo que Él nos ha mandado. (Mateo 28:20)
9. Dirija la confesión conjunta de pecados.
¿Cuándo fue la última vez que usted escuchó en el culto dominical a alguien dirigir a la iglesia en oración diciendo algo como esto: «Señor, nosotros como iglesia y como individuos, hemos pecado contra tí, y por eso ahora y aquí confesamos en silencio nuestros pecados y te pedimos que nos otorgues tu perdón…? Los mismos elementos de la oración privada (alabanza, acción de gracias, súplicas, etc.) deben estar presentes en las oraciones que se hacen a favor de la iglesia. De modo que al igual que confesamos nuestros pecados, cuando oramos en privado, debemos también confesar nuestros pecados al orar en la iglesia. ¿Estamos de acuerdo? ¿Lo estamos haciendo así en nuestras iglesias?
No estoy diciendo que el dirige la oración debe siempre intentar nombrar los pecados cometidos por la iglesia. Esto se debe hacer solo cuando la iglesia en conjunto ha admitido que se ha caído en un pecado como iglesia. Tampoco quiero decir que la confesión privada que hacemos todos sea menos importante que la que se hace en la iglesia. Solo deseo enfatizar que así como nuestra adoración privada se caracteriza por confesión y súplica de perdón, lo mismo debemos mostrar en nuestra adoración pública a Dios con nuestros hermanos.
Los Salmos, que son las palabras inspiradas originalmente usadas para la adoración en el pueblo de Dios nos dan un ejemplo para aprender a orar de este modo. (Salmo 51 por ejemplo). La oración modelo que nos dio Jesús (Mateo 6:9-13) es otro caso importante. Y siempre que decimos esta oración, estamos diciendo al Señor juntos «Perdónanos de nuestras deudas». Además, en estos días, cuando el pecado rara vez se menciona en la adoración, una expresión pública de humillación ante el Señor, como lo es la confesión de pecados y la súplica del perdón puede servir para convencer a los perdidos de que ellos también necesitan lo mismo.
10. Hagamos oraciones que sean Escriturales.
Estuve en un servicio en cierta área suburbana de Chicago un Domingo en el cual se le pidió a «Joe» que orara, cosa que había hecho en esa iglesia muchas veces. Mientras lo hacía un niño de cinco años cerca del frente comenzó a orar con él, diciendo las mismas palabras al unísono con Joe. Como un dúo de oración, los dos siguieron orando como si estuvieran recitando el Padrenuestro juntos, excepto que era «la oración de Joe». Joe había repetido tantas veces la misma oración que un chico en solo seis meses había aprendido a recitarla.
Todos hemos escuchado – y talvez realizado – tales oraciones espontáneas en la adoración. Cualquier oración actividad repetitiva tiende a generar una oración repetitiva. Por ejemplo, cuando se me solicita hacer la oración pastoral cada domingo del año, tiendo a repetir las mismas palabras y frases ya que tengo el mismo propósito y las mismas metas, de manera que la oración es casi idéntica. Y también las oraciones especiales para ocasiones como el inicio del año, para dedicación de ofrendas, etc., cambian muy poco de domingo en domingo.
De manera que cambiar el contenido de estas oraciones rutinarias podría afectar inmediatamente la adoración. Y no hay otro método mejor que procura que el contenido sea siempre «escritural». Hay que utilizar las palabras de las Escrituras como base para nuestras oraciones. Tome partes o todo el contenido de las oraciones que aparecen en la Biblia (incluyendo los Salmos) como palabras que forman parte de la oración pública. Si estamos orando con respecto al Salmo 23, por ejemplo, después de leerlo, podría empezarse con algo como: «Señor te agradecemos que eres nuestro Pastor. En verdad eres nuestro Buen Pastor. Te rogamos que pastores a esta iglesia, especialmente en lo que se refiere a ______________». Así continuará orando con este salmo hasta llegar al fin del capítulo o cuando sienta que es apropiado terminar la oración. Otra forma es orar con algunos versículos de alguna carta del Nuevo Testamento, de nuevo, usando como marco el pasaje y ofreciendo al Señor en favor de la congregación.
Al utilizar este método no solamente estará orando por las cosas usuales que siempre se ora, sino que estará pidiendo por estas cosas de una manera mejor manera. Además, las Escrituras le llevarán a orar con respecto a cuestiones que de otro modo a usted no se le ocurriría mencionar. Esto traerá potencial a cada oración ofrecida en el servicio de adoración – desde la oración pastoral hasta la oración que se pide en el momento por una necesidad de un hermano – serán oraciones más frescas y vivas con el poder de la Palabra de Dios.
Podría incorporar algunos de estos cambios en su servicio de adoración del próximo domingo. Algunos de estos consejos deben ser discutidos y coordinados primero. Algunos requieren un tiempo de enseñanza y hasta una explicación para implementarlos en el culto del Domingo. A pesar del orden en el que usted los utilice, quiera el Señor que con Su sabiduría y la gracia que nos da sigamos adelante. Él es digno de la mejor adoración que su iglesia pueda realizar.

2 Comentarios

  1. Saludos fraternales en Cristo. Te cuento que está excelente el artículo, muy edificante. Arroja mucha luz, especialmente para las congregaciones pequeñas que están trabajando en pos de hacer todo para Su gloria. Gracias hermano por tomarte el trabajo de traducirlo y compartirlo. Bendiciones en nuestro Señor!

  2. Omar, gracias por tus palabras de ánimo, me imagino que ya se están preparando por allá para ir a IBSJ el próximo mes, ¿no es así?, De nuestra iglesia es probable que van dos hermanos, pero yo este año ya gasté mi cuota porque fui a North Bergen!. Gloria a Dios por el avance que podemos notar en el Reino de Cristo y que Él nos ha dado el privilegio de participar.

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