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En esta ocasión he querido impulsar un poco el aprecio por la música clásica sacra y si usted es de los que nunca se han permitido escuchar música de este tipo, le reto a que la escuche dos veces. La mente del hombre contemporáneo necesita cierto esfuerzo para poder apreciar la complejidad y belleza de la música clásica. La música en sí misma es un lenguaje y cuando va acompañada de canto, el compositor hábil ha de procurar que la composición musical tenga correspondencia con el significado de las palabras que se cantan, porque se necesita una armonía entre las dos cosas.
Johannes Brahms, (1833-1897) fue un compositor alemán, creyente, del cual se afirma que nunca viajaba sin su Biblia.
Cuando compuso «Un Requiem Alemán», le tituló así, precisamente para dar a entender que este Requiem no se adhería a la estructura de un Requiem según la liturgia latina y el título completo es: Ein deutsches Requiem, nach Worten der heiligen Schrift, op. 45
(Un Requiem Alemán basado en palabras de las Sagradas Escrituras, opus 45)
En la liturgia romana un Requiem es una misa de difuntos cantada en latín y por lo tanto contiene segmentos que ruegan por el descanso del alma del que ha muerto y a Dios por piedad para su alma.
Por esta razón, Brahms, compuso como Requiem, un oratorio de consolación para los dolientes y lo hizo basado por completo en versos bíblicos relativos a la esperanza de la resurreción, a la entrada en la morada Celestial y a la venida de Cristo en gloria.
Como esta obra musical está cantada en alemán, he incluido la traducción de la letra de este cuarto movimiento que es de las más dulces expresiones que he escuchado en mi vida con respecto a la morada celestial.
Este cuarto movimiento está basado literalmente en el Salmo 84, versículos 1, 2 y 4 y lo presento en alemán por si alguien quiere aprender a cantarlo y en español para poder apreciar su significado.
Quiera el Señor que puedan apreciar la belleza de la melodía, los cambios en el tempo, la orquestación y todos los elementos con los cuales esta hermosísima composición exalta lo que significa estar en la compañía del Señor.
Y hablando de un Oratorio de Consolación para difuntos, ¿ha considerado usted recientemente que la muerte está cerca? Estaremos enfrentando la muerte de forma inevitable y es importante recordar que todo aquel que no se regocija en la presencia de Dios en su vida terrenal, tampoco gozará de la presencia del Señor y su compañía en la eternidad.
Wie lieblich sind deine Wohnungen, Herr Zebaoth! Meine Seele verlanget und sehnet sich nach den Vorhöfen des Herrn; mein Leib und Seele freuen sich in dem lebendigen Gott. Wohl denen, die in deinem Hause wohnen,die loben dich immerdar.
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!!Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos!
Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová;
Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.
Bienaventurados los que habitan en tu casa;
Perpetuamente te alabarán.
Gracias Alex, tu comentario fué edificante y refrescante. Soy un amante de esta música desde mi infancia. Dios te bendiga!
Fares, una cosa más entonces en la que coincidimos, conoces entonces el Mesías de Haendel supongo, ese también lo canté y es una bendición en su orden y en su contenido. Voy a ver si consigo uno de mis fragmentos favoritos y lo publico! es el que dice: He shall purify the sons of Levi y también «Who may abide the day of his coming… Bendiciones!!
Bravo! Sencillamente un deleite para nuestros oidos. esa armonia, esos instrumentos, esas voces…. Realmente es algo magnifica, fuera de este tiempo.
Ah, Mario, que el Señor levante una generación de creyentes que aprecien el legado de obras musicales sacras y aprendan a discernir entre lo santo y lo profano, entre lo limpio y lo no limpio, entre la música que refleja el carácter santo del Dios Trino y la música comercial.