Reportaje desde Kuala Lumpur

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Torres Petronas – Kuala Lumpur

Hace un tiempo traduje y publiqué un reportaje sobre cierta iglesia que está realizando una labor muy notoria, una iglesia que predica las Doctrinas de la Gracia sin compromisos y que está trabajando fuertemente por medio de otros ministerios para ayudar a la restauración de iglesias débiles y al plantamiento de iglesias fuertes en doctrina y en práctica. Esa iglesia es Capitol Hill Baptist Church, una iglesia grande en Estados Unidos y el reportaje se llamaba: «De regreso al Calvinismo»
Ahora quiero compartir mi reportaje personal sobre una iglesia que podría parecernos insignificante en tamaño, pero que también es una iglesia ejemplar. Una iglesia que, según lo que yo pude observar, cumple de manera excelente con la definición que diera aquel antiguo escritor bautista del siglo 19, J.M. Pendleton:
“En respuesta a la pregunta, ¿Qué es una iglesia? debe decirse: Una iglesia es una congregación de discípulos de Cristo bautizados, que lo reconocen como su Cabeza, que confían en su sacrificio expiatorio para ser justificados ante Dios, y que dependen del Espíritu Santo para santificación, unidos por la creencia del Evangelio, en acuerdo común para mantener sus ordenanzas y obedecer sus preceptos, reunirse para adorar juntos, y cooperar con la extensión del reino de Cristo en el mundo. Si alguno prefiere una definición más concisa, debe ser esta: Una iglesia es una congregación de discípulos de Cristo bautizados, unidos por la creencia en lo que Él dijo, y comprometidos en alianza para hacer lo que Él mandó.»
En el año 2008 Dios me concedió el privilegio de visitar la ciudad de Kuala Lumpur en Malaysia. Fui enviado para un entrenamiento de trabajo, pero como estaría casi un mes por allá, quise investigar si había una iglesia bautista reformada en ese lugar, y gracias a Dios la pude encontrar. El pastor y misionero de la iglesia a la cual estuve asistiendo en Damansara, Kuala Lumpur, es el hermano Boon Sing Poh, nacido bajo la tradición china budista, pero convertido en el tiempo de sus estudios universitarios en Liverpool-Inglaterra. Después de ejercer 6 años como profesor en la Universidad de Kuala Lumpur, regresó a Londres para prepararse para el ministerio pastoral.
Malaysia es un país musulmán que se independizó de Inglaterra en 1963, en el cual, conviven musulmanes, budistas e hindúes. Es prohibido para los cristianos construir iglesias, sin embargo, se permite usar otras edificaciones para las reuniones, como casas o locales que se puedan alquilar. El hermano Poh estuvo encarcelado por espacio de un año por razones de su labor misionera, pero luego de su liberación, ha seguido trabajando de forma muy entusiasta en la expansión del Evangelio. La iglesia que visité, con una asistencia de unas 60 personas, está compuesta de unos 40 miembros y envían ayudas constantes a diversos lugares, el hermano Poh realiza frecuentes viajes misioneros, para dar instrucción bíblica a obreros cristianos y ayudar a los necesitados en Nepal, Sri Lanka, Kalimantan, Kuching, Jakarta, Pagang, Myamar y otros lugares en Asia.
Mesquita de Kuala Lumpur

Un templo Hindú

Esta iglesia en Damansara, que tiene cercano compañerismo con el Tabernáculo Metropolitano de Londres, (cuya historia se remonta al año 1650), es una iglesia Bautista, Calvinista, y Misionera por excelencia.
Iglesia de Damansara (Bautista Reformada)

La iglesia allá observa el día del Señor de una forma muy preciosa, tienen culto en la mañana, luego almuerzan juntos, en la tarde hay Escuela Dominical Evangelística para niños y en la noche vuelven a tener culto, después del cual cenan juntos y luego viene un hermoso tiempo de oración. Las comidas son preparadas desde el día sábado, el tiempo de organización del almuerzo y la cena es mínimo porque todos colaboran y no vi hermanos ociosos que llegaran con actitud de clientes. El día es dedicado realmente al Señor y Su obra, .  Me enteré que a veces el pastor después del espacio de oración del Domingo por la noche, a eso de las 9 PM salía a visitar a ovejas con problemas, hermanos enfermos, etc. Esto fue algo realmente me impresionó, porque no pude evitar comparar con muchos pastores que yo he conocido que no quieren fatigarse para nada. La iglesia tiene una buena biblioteca, como suele suceder en las iglesias reformadas, y la sección de venta de libros, es auto-servicio, usted toma el libro, se fija cuál es el costo y lo deposita en la alcancía.  El hermano Poh, con todo lo que trabaja en la enseñanza de otros líderes en Asia y con las labores de pastoreo, aún es un prolífico autor y tengo varios libros que me traje con la promesa de traducirlos algún día.  El hermano Poh, da el sermón en dos idiomas, habla unos minutos en inglés y luego él mismo traduce al Malay, por razón de algunos miembros que no saben mucho inglés. El sitio web del Pr. Poh este: Gospel Highway
Nunca olvidaré la sincera confrontación de la predicación del hermano Poh y tampoco el cariño y preocupación de los hermanos allá por mi persona, por mi vida espiritual sobre todo.  Uno de los Ancianos de la iglesia, me llevó a cenar el día antes de mi partida y habiéndole comentado acerca de la doctrina y práctica de la iglesia a la cual pertenecía en aquel entonces, fue muy claro en su consejo de que no era una buena decisión permanecer en una iglesia “wishy washy”, me dijo que era preferible buscar otra iglesia o bien, comenzar cultos familiares.
Yo no atendí al consejo oportunamente, porque continué casi un año más en mis intentos por “reformar” lo que, lamentablemente, no admitía reforma, hasta que Dios, por su misericordia acomodó todas las situaciones para sacarme de donde estaba.
En este corto artículo quiero hablar sobre esto, ¿qué es una iglesia “wishy-washy”? ¿a qué se refiere este término? Y ¿qué debe hacer aquel que se percata de que pertenece a una de estas iglesias?
En inglés “wishy-washy” significa:

  1. Falto de carácter o determinación
  2. Falto de fuerza o sabor
  3. Débil

Al analizar esto, me doy cuenta que este mismo término era muy apropiado para la clase de cristianismo que yo estaba viviendo también. Hoy puedo reconocer que, mientras nosotros no estemos dispuestos a abandonar esa zona confortable en la cual no somos mundanos pero tampoco somos comprometidos con Cristo,  y mientras sigamos poniendo excusas y comparándonos con otros que están aún peor que nosotros, no nos sentiremos tan mal y seguiremos siendo “wishy-washy”.
Mientras la predicación en la iglesia no sea de confrontación y denuncia del pecado, seguiremos siendo “wishy washy”. Mientras lo que se predica desde el púlpito suena muy bíblico pero no corresponde corresponde con la vivencia de aquel que lo está predicando, mucho menos la iglesia aprenderá a vivir bajo esos principios y entonces, definitivamente seguiremos siendo “wishy washy”.
La debilidad de muchas iglesias en nuestro siglo se muestra en el énfasis tan superficial de todas sus actividades. Los pastores y líderes se sienten satisfechos si ven una buena concurrencia en sus iglesias, aunque de esta concurrencia, la mayoría sean inconversos que permanecen inconversos por tiempo indefinido. Parece que lo importante es que hayan «aceptado a Cristo» y se hayan dejado bautizar. Con esto están satisfechos, porque pueden hacer un buen reporte de asistencia o tal vez enviar fotos de la iglesia llena de gente, para cuando hagan sus viajes de recolección de fondos a la iglesia «madre» o agencia misionera gringa que les brinde el apoyo.
Mencioné esto último porque esta es otra característica de las iglesias y cristianos «wishy washy«, siempre están esperando que alguien los ayude y que alguien haga el trabajo por ellos, pero ellos ni ayudan a otros y ni están dispuestos a dar sacrificialmente, solo saben dar limosnitas para aplacar la conciencia.
En este tipo de iglesias, hay una razón para la buena concurrencia a las varias actividades que organizan, esa razón es la gente misma. La atracción está la gente y en las actividades, no en Dios. A la gente le gusta estar donde está la gente, donde hay celebraciones y almuerzos gratis, donde los jóvenes buscan aceptación, conocer amigos, pasar buenos ratos, donde las señoras lo pasan bien en sus reuniones, en las cuales pueden distraerse un poco y aprovechar para hacer chismes y criticar a las ausentes, en vez de enseñar cómo ser mejores esposas, madres y amas de casa como se pide en Tito 2.4,  donde los padres se desentienden de sus niños porque saben que están bien entretenidos mientras sus padres están en el aburrido culto de los adultos.
En iglesias así, las personas disfrutan casi de todo lo que el mundo disfruta, solamente que entre «cristianos», la doctrina de la separación del mundo y de la santificación progresiva se conoce solamente en teoría, si acaso se menciona alguna vez.
La doctrina del arrepentimiento también está ausente en las iglesias wishy-washy, o bien, sólo se menciona durante los 5 minutos de agobiante presión para el llamado al altar después de la predicación. Las muestras de arrepentimiento se reducen a levantar la mano para aceptar a Cristo o para reconciliarse o re-consagrarse al Señor por quinta o décima vez. Todo parece un teatro, una triste actuación a la que todos los miembros están ya bien acostumbrados. Todo esto es parte de la rutina de una iglesia wishy washy: los que caen en pecado, se quedan caídos porque no hay ninguna disciplina correctiva de restauración, no hay requisitos especiales de consagración para los que ejercen ministerios, mientras nadie se de cuenta de sus pecados, todos pueden seguir su rumbo, y si alguien se da cuenta, se procura tapar todo, lo que más importa son las apariencias, y que los demás piensen que todo está bien. Nadie se mete con nadie, todos sonríen con todos, pero a la menor oportunidad le critican a sus espaldas. Todos están enseñados a mostrar afecto aunque sea con una sonrisa fabricada, pero nadie está dispuesto a sobrellevar la carga del hermano que sufre, del que es débil, del que está en aflicción. Todos están entrenados para creer con el corazón y a confesar con su boca que están en la mejor iglesia del área y todos disfrutan del pasatiempo de  criticar a las demás iglesias vecinas, sobre todo si son de otra denominación.
Pero Dios no se hace de la vista gorda, él juzgará con justicia. Al los incrédulos juzgará para condenación en el día final, pero también a Su pueblo juzgará y castigará en esta vida, porque así está escrito:
Hebreos 10:30
Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo.
Y otra vez:
2 Corintios 6:17
Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré,
Hay iglesias y denominaciones para las cuales parece haber esperanza todabía, porque Dios está levantando hombres valientes que con toda valentía están predicando la Verdad y confrontando a los líderes de su propia denominación. Gracias a Dios por estos hombres que aprovechan los eventos a los que son invitados para denunciar el error y advertir a los incautos. Pero hay otras situaciones para las cuales parece que ya no hay vuelta atrás, no están dispuestos a volver a las sendas antiguas (Jeremías 6.16). Si los líderes son orgullosos y no están dispuestos a la corrección, no hay esperanza.
Si usted está en una iglesia o denominación “wishy-washy”, y Dios le concede esta oportunidad de defender la Verdad, ¡Adelante!  ¡Defiéndela! Pero si está en una iglesia wishy-washy y se deja envolver por la hipocresía, y si pretende acomodar el mensaje de Dios, se está engañando usted mismo. Si usted predica la verdad hasta cierto nivel, pero no llega a atreverse a decir toda la verdad, dependiendo de quién esté escuchándolo, dependiendo de si hay ministro o líderes que desaprobarían su denuncia, ya ha caído en la misma hipocresía que pretende combatir. Yo digo esto porque tuve que llorar el haber caído hasta cierto grado en esa triste conducta de compromiso.
Hay un blog por ahí que lleva el nombre de “ES HORA DE SER REAL”, es hora de pasar de las palabras a los hechos, es hora de dejar de hacer críticas en voz baja en los pasillos y en vez de eso: denunciar el error y proclamar la verdad a voz en cuello.
Me regocijo por todos los que a través de blogs, páginas web, videos, tratados, etc, etc, están procurando esparcir esta llama de la Reforma, que no es otra cosa que volver a la Biblia.
Únicamente el retorno a la teología bíblica correcta tendrá el efecto que anhelamos, únicamente el retorno a las sendas antiguas, a la Fe y Práctica de las iglesias del Nuevo Testameno, dará el resultado que tanto anhelamos, cual es, un ejército de verdaderos soldados de Cristo, un ejército que defiende la Verdad con palabras y con una vida de testimonio que respalda esas palabras.
Hoy quiero enviar este consejo a todos los que de corazón se adhieren a la teología reformada (calvinista) y que hayan leído esta publicación:  Si hay inconsistencias teológicas que afectan su crecimiento espiritual, es mejor no participar de ese pecado, si se tolera el pecado o se mete por debajo de la alfombra, es mejor salir de en medio de ellos. Si su iglesia, y principalmente, si el liderazgo de su iglesia se aferra a doctrinas que no son bíblicas como «el cristiano carnal», para justificar la mediocridad que prevalece, es preferible buscar otra opción, si usted ora rogando al Señor por esto, Él proveerá una iglesia sana.
Que el Señor levante en Latinoamérica hombres que no le teman a nada, como el que a continuación se incluye:
Aquí Paul Washer en su prédica: “Comida Profana”

3 Comentarios

  1. Estoy sumamente de acuerdo con la necesidad de una reforma en nuestras iglesias y aún puedo sumarme con tranquilidad de conciencia a ese grupo de hombres, que confiando en Dios, no en nuestras fuerzas, impregnamos con la verdad que descubrimos en las escrituras, nuestras iglesias. Más cuidado hermanos, el camino de la contienda, no es el camino de los santos hijos de Dios, prediquemos la verdad y confiemos en Dios, denunciemos los pecados, más no entremos apresuradamente en pleitos, dejemos que sean otros los que nos calumnien, más no seamos nosotros claumniadores, antes bien seamos mensajeros de la verdad. Estoy seguro que el hermano Paul W. no estaría de acuerdo en que le llamemos «valiente», ya que no es nuestras fuerzas que hacemos las cosas.
    En última instancia quiero señalar que, somos reformadores de nuestras congregaciones, pero desde una perspectiva bíblica no humana o terrenal, o sea, no somos calvinistas, somos bíblicos, así de simple, aún el mismo calvino, observaría con idignación a un movimiento de hombres que pretendiesen hacerle a el, el autor de verdades que no son inventadas, sino bíblicas y de propiedad divina. Iglesia Bautista Bandera en Alto. «Sempe Reformanda».

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