NUESTRO SILENCIO EVANGÉLICO ES CRIMINAL

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Este es otro post traducido y publicado con permiso del blog del pastor africano Conrad Mbewe (Kabwata Baptist Church). Todo lo que él describe que ha sucedido y está sucediendo allá, coincide con la situación que vivimos en América Latina.
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Todos sabemos que el oscurantismo está sobre nosotros de nuevo en África. Es casi como una cobija de oscuridad que lentamente rodea la tierra. La gente no sabe absolutamente nada de los valores centrales del cristianismo evangélico – el nuevo nacimiento, el arrepentimiento y la fe, la justificación y la santificación, etc. – Han usurpado el cristianismo evangélico en África. Aún el término “nacido de nuevo” se vende sin una pizca del significado que Jesús le dio cuando utilizó esa frase en su conversación con Nicodemo. En verdad estos son los días del oscurantismo.
Hace mucho tiempo en Zambia, en los años 1970´s y los inicios de los 1980´s, uno podía ir a casi cualquier iglesia evangélica angloparlante un domingo y esperar que hubiera un estudio bíblico y escuchar la predicación fiel de la palabra de Dios. Puede ser que te sintieras un poco incómodo con ciertos aspectos introducidos en la adoración. Puede ser que estuvieras también en desacuerdo con algunos puntos que se asumían durante la predicación. Sin embargo, no podías dejar de notar el hecho de que había un sincero esfuerzo por entender el significado del texto de la Escritura y aplicarlo a los oyentes – tanto en el estudio bíblico como en los sermones. También podías escuchar el llamado al arrepentimiento para con Dios y la fe en el Señor Jesucristo. Es posible que no pusieran tan bien los puntos sobre las íes como uno desearía, pero regresabas a casa habiendo sido edificado.

George Whitefield la urgencia del Nuevo Nacimiento en el Gran Avivamiento Evangélico del Siglo 17

Eso es ahora algo que rara vez se da. Hoy, en la mayoría de las llamadas iglesias evangélicas en Zambia, no hay estudio bíblico y no soportarías quedarte hasta el final del culto si lo que andabas buscando es edificación espiritual. ¿Cuántas personas han sido traídas a las iglesias principalmente porque se les han hecho falsas promesas de ser curados del SIDA, ser promovidos en el trabajo, adquirir más dinero, etc.? ¿Cuántas personas están dando su dinero a los – así llamados – siervos de Dios que no son más que timadores religiosos? ¿Cuántas personas piensan ahora que adorar es danzar al son de música estridente que compite con los maestros de la rumba y del Congo? ¿Cuántos de nuestros predicadores piensan que predicar es vociferar repeticiones por un micrófono a todo volumen con un acento americano o nigeriano? – En esto se ha convertido la iglesia.
Comparo estos engaños con los días anteriores a la Reforma Protestante del siglo 16. La gente llenaba las iglesias, pero era por razones equivocadas. Estaban engañados y fascinados por un sacerdocio que pretendía tener poderes que no poseía, pero tras los cuales la gente corría. La superstición reinaba de forma suprema en la iglesia. La gente era pobre pero se les prometían varias bendiciones si solo daban lo que les quedaba a la iglesia. Con estos fondos se construyeron magníficos edificios de iglesias y los líderes superiores vivían como reyes y príncipes. ¿No es esto lo que ocurre en el seno del cristianismo evangélico de hoy? ¿O soy yo el único que ve estas cosas?
Bailarinas de esta clase están de moda en el «culto» de ciertas iglesias

El resultado de todo esto es que tenemos iglesias “protestantes” en casi cualquier calle pero la fe evangélica está completamente ausente. De hecho estas iglesias se han convertido en cuevas de iniquidad. Se sabe de pastores que han embarazado a jóvenes en sus iglesias, y las han hecho abortar, habiéndose puesto de acuerdo con sus padres por una buena suma de dinero, para evitar el escándalo, y sus esposas y los líderes de las iglesias lo saben. Y como andan los púlpitos, así andan las bancas. Casi nadie tiene hambre y sed de justicia. La inmoralidad predomina. La disciplina de la iglesia es escasa. Aquellos que están enterados de esta situación están mirando a la iglesia desde afuera y tapan sus narices con disgusto. Tenemos los números pero la sal ha perdido su sabor – y nosotros lo sabemos.
Seamos honestos. Todos sabemos que el así llamado – evangelio de la prosperidad – que está tan de moda en el evangelicalismo moderno, es una herejía. Sabemos que los únicos que se están enriqueciendo tremendamente son los predicadores a quienes los ciegos seguidores les están dando el dinero. Los seguidores, siguen en pobreza. No es otra cosa que un fraude religioso. También sabemos que el 99% de las sanidades físicas que ocurren ahí son falsas. Todos tenemos algún pariente que estaría vivo hoy si no les hubieran dicho que había sido sanado y por lo tanto dejó de tomar los medicamentos para su enfermedad. Estos hombres son asesinos. No se trata de que Conrad Mbewe esté siendo malicioso o inventando historias. Estos son hechos bien conocidos.
«Obispo» de la Iglesia de Restauración y Liberación (con acento Nigeriano) acusado recientemente de embarazar a 10 mujeres en su iglesia

La tragedia no es que todo esto esté pasando. El desastre es el silencio con respecto a todo esto por parte de aquellos que se supone que proveen guía espiritual a las masas. En Zambia, y en África en general, los líderes evangélicos que han subido en los escalones eclesiásticos se dan la mano con los farsantes y entonces no pueden hablar sobre este mal. Prefieren lanzar piedras a los líderes políticos que tratar con el caballo de Troya dentro del evangelicalismo. Prefieren decirle al mundo que deje de ser mundano que decírselo a aquellos que están infiltrados en la iglesia que dejen de hacerlo.  Y aún así, a la luz de este tsunami espiritual, el silencio es criminal.
El problema con el silencio actual es que la generación más joven que ahora está viniendo a los círculos evangélicos piensa que lo que ven es una alternativa viable y una forma de cristianismo evangélico, cuando no lo es. Ellos no tienen idea de que hace un tiempo los creyentes se reunían para tener serios estudios bíblicos y que adoraban con dignidad y reverencia, y que los sermones eran basados en la Biblia, centrados en Cristo y urgían a la necesidad de conversión espiritual. Por culpa de nuestro silencio, los nuevos predicadores procuran llenar las iglesias con cabras en vez de ovejas y andan en carros de lujo a expensas de los feligreses como un símbolo del éxito pastoral. No tienen idea de que no hace tanto tiempo los pastores se distinguían en la sociedad por su verdadero y piadoso servicio a Dios. Los líderes evangélicos de hoy están extraviando a toda una generación de almas inocentes con su silencio.
En el Siglo 16 Lutero dijo «Basta ya»

En los días del profeta Malaquías, la religión en Israel había caído hasta lo más bajo. El templo estaba lleno de actividad – con toda clase de sacrificios que se ofrecían en el altar. Pero la verdadera adoración estaba muriendo. Aquellos que venían al lugar de adoración estaban defraudando a Dios y los sacerdotes lo estaban permitiendo. Los hombres eran infieles a sus esposas y se divorciaban a voluntad, y los sacerdotes callaban al respecto. Dios finalmente hace caer la culpa donde tenía que caer – a los pies de los sacerdotes. Él dijo, “Y es que los labios del sacerdote son depositarios de la sabiduría; el pueblo espera hallar la ley en sus palabras, porque él es mensajero del Señor de los ejércitos. Pero ustedes se han apartado del camino; han hecho tropezar a muchos en la ley; han corrompido el pacto de Leví. Lo digo yo, el Señor de los ejércitos.” (Malaquías 2:7-8). Dios finalmente prefería que el Templo cerrara sus puertas y enviar a cada uno a su lugar! El silencio de ellos hizo que tuvieran una imagen errónea de Dios. Ellos no se preocuparon cuando la grandeza de Dios fue obscurecida.
Hace mucho tiempo, una generación del pueblo de Dios vio la decadencia espiritual y dijo: “Ya basta, es suficiente!” y de esta protesta nació la Reforma Protestante. En otra generación, cuando el liberalismo invadió la iglesia protestante y estaba amenazando su vida, una generación del pueblo de Dios dijo, “ya basta, es suficiente” y surgió el movimiento Evangélico que protestó en el siglo 18. A la luz de la oscuridad que nos envuelve, con iglesias que se han vuelto cuevas de médicos brujos, ¿no es tiempo de que los evangélicos digan: “Ya basta! Es suficiente”? ¿Cómo podemos callar ante el oscurantismo que nos rodea? De seguro, nuestro silencio evangélico tiene que ser criminal.

4 Comentarios

  1. Es triste la realidad del evangelio que nos rodea, ya había visto el vídeo titulado en español:»El dador alegre», es triste este vídeo pero es mas triste personas que dicen que ese es un ejemplo de como debemos ofrendar con alegría, y lo he oído de boca de pastores, es triste esa situación, es triste como dice el articulo que todos sabemos que la teología de la prosperidad es una herejía sin embargo los profesantes del cristianismo sabiéndolo en vez de apartarse de todo aquel que anda desordenadamente se mezclan con ellos escuchando los programadas radiales o de televisión, Jeremías vivió en un tiempo de dureza espiritual y apostasía muy grande, se le conoce como el profeta llorón, a veces me identifico con él en ese sentido, si nos apartáramos de este tipo de enseñanzas en ves de alcahuetearlas creo que la historia seria diferente.
    2Ts 3:6 Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros.
    Es hora de gritar: Ya Basta !!! Iglesia despierta!!

    • Con todo respeto y entendiendo que esta es la verdad de nuestra era. El versículo dice que nos apartemos, NO DICE! que los reformemos. Eh ahí el error de la reforma y la razón por la cual no gastan su tiempo evangelizando, la gastan peleado y dividiendo Iglesias.

      • Samuel, el apóstol Pablo dice claramente que hay circunstancias en las cuales las divisiones son necesarias para que se muestre quiénes son aprobados (I Corintios 11.19), pero en cuanto a la Reforma, de lo único que se trata, es de volver a las Escrituras, como lo hizo Josías. (II Reyes 22 y 23). En la Edad Media, la mayoría de la gente no tenía la Biblia en su idioma y eran ciegos guiados por ciegos. Gracias al movimiento de Reforma la Biblia se comenzó a traducir a diversos idiomas, me imagino que conoce quiénes trabajaron en las diferentes traducciones de la Biblia al inglés, español, francés y alemás, todos, adherentes a la reforma protestante. Lo triste es que el pecado de nuestro siglo es mayor, porque ahora teniendo las Escrituras, vivimos como si no las tuviéramos y la gente solo cree lo que sus líderes les dicen sin ir a la Biblia en oración y buscando la guía fiel del Espíritu Santo. Y en cuanto a lo que usted habla de evangelizar, creo que es un juicio muy personal suyo, nosotros evangelizamos constantemente porque el Evangelio es nuestro calzado y va donde vamos (Efesios 6.15), pero lo que notamos es que ahora hay que evangelizar a los evangélicos también, porque como dice el artículo, no entienden lo que es el Nuevo Nacimiento y piensan que como fueron a una campaña y levantaron la mano, ya son nacidos de nuevo.

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